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miércoles, 22 de septiembre de 2021

CUANDO EL AMOR DE TU VIDA TE DICE ADIÓS....¿DESPUÉS QUÉ?...

Mi teléfono sonó era mi novia, no tenía mucho con ella pero la amaba, hola Alex ¿Cómo estás?- preguntó cuando descolgué el teléfono, -bien, ¿y tu amor?, como estás le pregunté mientras ella me dijo que necesitaba hablar, si claro ¿qué pasa? le dije mientras ella me contestó, -mira Alex, yo estos días te he notado muy diferente y creo que nos debemos dar un receso en nuestra relación, no significa que terminemos pero…Así continuó ella con su discurso, mientras yo trataba de encontrar una explicación.

Al colgar todas las cosas me parecieran como un balón de fútbol; pues los pateaba con una desesperación y enojo; ¿Por qué, por qué, siempre me castigas Dios?, ¡no sé si existes! ¡Pero si existes ten compasión de mi!…La mañana siguiente en el buzón de mi casa yacían ya varias cartas de la mueblería donde había comprado algunos artículos para el hogar, tenía que pasar a liquidar lo más pronto posible o me embargarían los muebles, ¡tanto trabajar, tanto sacrificarme! ¿para qué?... Después de todo nunca veía una mejoría en mí, y por si fuera poco mi novia me deja-…

¿Por qué a mí? ¿No pudo ser otra persona más que yo?, no he podido empezar mi carrera de medicina y con estos problemas…¿Por qué? me preguntaba cada vez, no sé porqué pensaba que lamentándome tal vez solucionaría todo. La hora de salir del trabajo llegó…De regreso a casa, me recosté en el sillón y comencé a pensar en todos los problemas que me agobiaban, ¿Cómo podré solucionar mis problemas?, me preguntaba…¡lo tengo!, tal vez si dejas de vivir tus problemas se van-, me dije mientras recordaba lo sucedido, pasaron un par de horas para decidirlo, me levanté y me dirigí al botiquín de mi casa, tomé varias cajas de pastillas, fui a la cocina y serví un vaso lleno de agua; me senté en el sillón y empecé a destapar cada una de las pastillas que se encontraban en las cajas…

Mi mano izquierda estaba llena de pastillas de varios colores y la mano derecha sostenía el vaso con agua, antes de tomarme la primera pastilla me detuve y miré por última vez la foto de mi novia que tenía en el buró al lado del sillón, aquí va- me dije mientras empezaba a tragar cada una de las pastillas que tenía en mi mano. Al terminar de tragar las pastillas me recosté en el sillón y dejé que el tiempo pasara, mis brazos y pies comenzaban a debilitarse, el silencio abundaba mi casa y podía oír claramente como mi corazón latía con dificultad, mi vista se empezó a nublar y mis pensamientos se fueron haciendo cada vez menos.

Llegó un momento en el que abrí por completo los ojos, ¿por qué?, tal vez necesite más dosis-, me dije mientras me senté en le sillón, me sentí más tranquilo, más relajado,
¿pero que he hecho?, me dije cuando volteé hacia atrás y vi mi cuerpo recostado sin vida, como un simple perdedor de la vida sobre el sillón. Empecé a llorar sobre mi cuerpo como un chiquillo, hasta que se cruzó por mi mente, mi mamá, ¡Por Dios mi madre no lo soportará! me decía mientras sollozaba sobre mi cadáver. La noche pasó y yo me quede sobre mi cuerpo, hasta que en la mañana siguiente tocaron a la puerta, era mi día de descanso y mi madre acostumbraba a invitarme a comer o simplemente me visitaba…

Toc Toc, me levanté y fui a tratar de abrir pero mis manos no podían sostener la chapa, recuerdo que podía ver a través de la puerta y era ella mi madre, quien acostumbraba despertarme todos los días de descanso; ella se desespero y opto por abrir la puerta trasera que siempre se encontraba atrancada con un pequeño aldabo, ¡no mamá por favor no entres!, ¡no entres!, gritaba con desesperación aunque ella no podía escucharme, levantó el pequeño aldabo y rempujo la puerta y abrió; comenzó a buscarme por cada uno de los cuartos hasta que entro a la sala…Yo estaba ahí…Ya helado…

¡Mamá perdóname por favor! no quise hacerte sufrir, gritaba en mi llanto mientras ella me abrazaba y me besaba, ¿Por qué lo hiciste Alex, hijo querido?, le decía a mi cuerpo helado en el sillón. Mi madre estuvo llorándome por varios minutos, hasta que de su bolsa sacó su celular, y empezó a marcar a mi hermano mayor, lo supe enseguida cuando vi el nombre de él en la pantalla, ¿hijo?, Alejandro acaba de hacer la peor de sus locuras... le dijo mi madre a mí hermano la tragedia que yo con mis propias manos y por mi decisión había hecho, mientras ella se limpiaba las lágrimas de su rostro…

Ese rostro mal maquillado y esos aretes de gitana que mamá siempre usaba me hacían llorar y pedir perdón postrado a sus pies, los minutos pasaron y la puerta sonó de nuevo era mi hermano, mi madre lo recibió al entrar la puerta con el llanto más doloroso y agonizante que yo jamás había escuchado, perdóname, perdónenme no pensé en ustedes, por favor, si solo tuviese una oportunidad más, les decía mientras los abrazaba. Había una ambulancia que se dirigía de reversa a la puerta, mientras unos paramédicos entraban hasta donde mi cuerpo estaba, -lo sentimos mucho señora, el cuerpo tenemos que trasladarlo, le dijo uno de ellos, mientras a mi mamá la sedaban…

En minutos mi cuerpo estaba en una camilla y una sábana blanca me cubría, los paramédicos me subían a la ambulancia, -esperen aún estoy vivo, aún puedo ver, por favor, les gritaba pero era, inútil ellos no podían verme y mucho menos oírme. Resignado me senté en el sillón, ¡hola Alex!, ¿Por qué tan triste?, me dijo una voz del lado de atrás del sillón, volteé y pude ver esos ojos tan grandes y nítidos, esos chinos que caían de su cabeza y esa barba que cubría la mayor parte de su rostro…

¿Quién eres tú?, le pregunté mientras me levanté del sillón, lo que querías está cumplido, no tendrás más preocupaciones ni trabajo, me dijo mientras me tomaba de las manos, ¿Cómo puedes verme?, le pregunté tartamudeando, soy la persona a la que maldices y culpas de tus actos, me contestó mientras yo me arrodillaba a sus pies, ¿eres Jesús verdad?, le dije mientras yo le pedía perdón una vez más, ¿crees en mí por que me has visto?, me dijo cuando de las manos me tomaba, es hora de entrar al reino de los cielos, me dijo mientras me encaminaba a una luz tan brillante como el sol…
A mi madre cuídala mucho y cúrale el dolor que le dejaré por siempre le dije mientras nos acercábamos a la luz, la fortaleza y la fe que los hijos de mi padre tienen bastará para mover montañas-, cuando entramos no pude ver a nadie pues todo estaba cubierto por una inmensa neblina mira ahí, me dijo mientras señalaba con su dedo el horizonte, varias cosas y personas fueron apareciendo, mira hijo el iba a tener tus ojos y tu sonrisa, me dijo mientras yo observaba, ¡es muy lindo!, ¿quien es él?, pregunté, él, hubiera sido el fruto que te hubiera prestado, me dijo mientras yo miraba el rostro de aquel niño dulce y tierno, ¿esa casa, ese auto, también hubieran sido míos?, le pregunté mientras miraba cada cosa que aparecía, ésta es la vida con la que terminaste, es lo que hubieras ganado con tu esfuerzo…

Mientras las lágrimas corrían por mis mejillas, y de entre sus ropas blancas me mostró una hoja con aspecto viejo, el título de medicina, le dije mientras nuevamente corrían las lágrimas por mis mejillas, el nombre de Alejandro aparecía en el papel, este hubiera sido uno de los regalos que yo te hubiera dado hijo sino te hubieras dado por vencida en el camino, y la felicidad solo dependían de ti y de tu fe-, estoy tan arrepentido contesté, ¿Cómo podría devolver el tiempo, el tiempo jamás se devuelve, todo pasa por una razón, me dijo mientras me abrazaba, dame solo una oportunidad, contesté con gran desesperación,  recuerda que el futuro mi padre te lo da, todo puede cambiar, el éxito depende de ti no de mi, ayúdate que yo te ayudaré recuerdo que me contestó y me apretó muy fuerte…

De pronto un sonido, era mi televisor que estaba programado para encenderse, -guau-, me dije mientras me tocaba la cara. Después de unos días apareció en mi casillero donde estudiaba un mensaje que decía “espero que aprendas a llevar los retos de la vida y que lo vivido sea una lección que sirva de ejemplo en tu vida y sepas resolver los problemas que se te presenten con ayuda mía, te quiere mucho JHS.”Ahora me pregunto si tal vez todo fue un sueño, lo que sí sé es que ese sueño me hizo ver y amar la vida desde otro ángulo.

Agradezco a JHS por el gran mensaje que cambio mi vida justo cuando lo necesité, ahora comprendo que nunca te abandona solo pone pruebas para que luches y comprendas que no hay problema, batalla, circunstancia o situación mayor que él. Después llegué a la conclusión de que JHS significaba Jesús Hoy y Siempre.

“Vive hermano tu vida y disfrútala, cuando tengas problemas no temas, que nunca estás solo pues hay alguien que te ama… el es Jesús”...
La vida por difícil que lo sea, para Dios no lo será...Axel Rouse...
No hay mejor vitamina para el alma, que la fe en Dios, y no hay mejor alimento para un corazón sufrido, que la esperanza...
No bajes tus brazos ni te desanimes, siempre habrá una puerta de salida y una luz de esperanza al final del túnel, para el que cree en Dios...
Hoy amanecí con el deseo firme de continuar mi vida sin mirar atrás, con la seguridad de que tengo a Dios junto a mí y sé que pase lo que pase en el futuro, si lo tengo a Él todo estará bien...
La esperanza es esa luz que no se ve, pero se siente, si tienes fe en Dios. Es esa luz que nos indica que no estamos solos, que Él está ahí a nuestro lado y es el presagio de un nuevo amanecer, que se acerca a nuestra vida...Abre tu corazón a Dios y recibe su amor y bendiciones...

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