Esta carta va dirigida a mi hija Natalia, que por circunstancias de la vida falleció a los 7 meses y doce días de vida.- Llevo varios meses intentando escribirte pero me vengo abajo con mucha facilidad e intento no pensar en el motivo de tu viaje, pero te llevo todo el día en mi cabeza y no puedo olvidarte sin más. Tu madre esta casi igual, lo mismo un día lo lleva bien, que otros los lleva sumamente mal. Vamos mucho a visitarte, pero hija mía lo que veo no nos agrada y nada más pensar que estás ahí metida se nos encoge el alma, así que preferimos pensar que tú alma es feliz libre de ataduras del dolor y que estas junto con Dios asesorándole en los temas de Gobierno.
Sé que no debemos llorar tanto y que debemos elegir el camino de la vida, que es lo que nos ha tocado vivir de momento, pero algo me dice hija, que tú estás bien y que la velita que llevas en el cielo no te la vamos a apagar por culpa de los lloros de tus papis, nosotros queremos lo mejor para ti, incluso cuando estabas en el hospital rezábamos para que Dios te diera el cobijo y así pararas de sufrir, pero tenemos mucho dolor todavía y este camino es muy largo sin ti.
Cuando tu mami y yo salimos a dar un paseo, intentamos ver lo bonito de la vida, lo que nuestro Dios nos regala cada día sin pedir nada a cambio, la luz del sol, la lluvia, la naturaleza, estar sanos, etc. Hasta que nuevamente nuestras cabezas sentimos un clic que hace tambalear nuestras almas y sentimos que necesitamos tu vida, tu cariño, verte nuevamente, tocarte… Pero nuevamente regresa esa ansiedad que no se cura con una pastilla.
Muchas veces me pongo a cantar esas canciones que te susurraba al oído y tú te quedabas mirándome intensamente con esos ojitos de ángel, y después te pegaba contra mi pecho y tú me dabas tanto calor… Cuando despierto me encuentro aturdido y no sé que hacer. ¡Te echamos mucho de menos Natalia! No he visto nunca una niña tan bonita como tú, y eso no es porque sea tu padre.
Hoy volví a verte en las fotos del móvil y tú madre en el álbum de fotos, después nos encontrábamos muy vacíos sin ganas de vivir y desilusionados con la vida, pero no te preocupes hija que esto lo tenemos que pasar para llegar a un estado superior, donde el dolor vivido se convierta en resignación y Ley de Vida.
Me acuerdo cuando yo era pequeño, mi madre (que es tu Abuela) siempre estaba cuando me caía, me iba mal en la escuela, en fin cuando necesitaba que alguien me defendiera de algo y así no pasar dolor o que este dolor fuera el mínimo y así ella me calmaba y me sentía feliz…
Pero como ves Natalia, a ti no hemos podido darte esa armadura, tu destino no era el que nosotros teníamos pensado para ti, sabemos que has pasado mucho dolor físico, aunque lo médicos decían que estabas sedada y no podías sentir dolor, pero nosotros vimos como de tus ojitos que cerraste un día y no volviste ha abrir más, brotaban lágrimas y no podíamos hacer nada hija, nada más que acompañarte en tu recta final con la vida y esperar a ese ángel que nadie quiere, pero que es necesario para la vida, que es la muerte…
Dichosa muerte que vino para llevarse a mi amor verdadero, mi rosa más preciada, mí alegría por la vida, mi levantar, era mi hija. Yo sé que algún día nos encontraremos y para nosotros será el día más feliz, pero también sé que lo has dado todo por tus próximos hermanos, gracias a tus análisis, para que ellos vengan sanos a nuestra casa, anticipándote de que si fuera niño se llamará Ángel y si es niña como tú se llamará María Nazaret…
Nuestras vidas son como los ríos, nacemos con mucha fuerza, llevamos un caudal con un fin, intentamos que ese río no se desborde por algún mal sobrevenido, analizamos sus aguas para que su vida siga dando vida y al final, todo lo que se podía aprovechar de esa naturaleza viva, se vierta al mar donde se dice que muere, pero en realidad esa mar es fuente latente de más vida, pero el agua de ese río ya no se puede identificar, ya que no tiene identidad, no tiene espacio físico, pero sabemos que está, por eso hija mía cuida de nosotros y espera que nuestras aguas lleguen a esa mar.
Tu tío Cosme va a ser Papá de una bebe que se llamará Mercedes, y ellos están muy contentos pues van a ser papas. Yo tengo mis miedos y quiero y deseo que todo salga bien, por lo que espero que ese día estés en el paritorio y que ese cuerpecito sea ocupado por un alma buena y así les de felicidad para el resto de sus días. Esta carta te la envió mediante el mensajero de Dios en la Tierra, cuando la recibas manda un besito a tu madre y otro a tu padre.-
¡Te queremos!
Colaboración de Pedro Martínez
y un tiempo para morir"
"Pon tu esperanza en el Señor;
ten valor, cobra ánimo;
¡pon tu esperanza en el Señor
Sé que no debemos llorar tanto y que debemos elegir el camino de la vida, que es lo que nos ha tocado vivir de momento, pero algo me dice hija, que tú estás bien y que la velita que llevas en el cielo no te la vamos a apagar por culpa de los lloros de tus papis, nosotros queremos lo mejor para ti, incluso cuando estabas en el hospital rezábamos para que Dios te diera el cobijo y así pararas de sufrir, pero tenemos mucho dolor todavía y este camino es muy largo sin ti.
Cuando tu mami y yo salimos a dar un paseo, intentamos ver lo bonito de la vida, lo que nuestro Dios nos regala cada día sin pedir nada a cambio, la luz del sol, la lluvia, la naturaleza, estar sanos, etc. Hasta que nuevamente nuestras cabezas sentimos un clic que hace tambalear nuestras almas y sentimos que necesitamos tu vida, tu cariño, verte nuevamente, tocarte… Pero nuevamente regresa esa ansiedad que no se cura con una pastilla.
Muchas veces me pongo a cantar esas canciones que te susurraba al oído y tú te quedabas mirándome intensamente con esos ojitos de ángel, y después te pegaba contra mi pecho y tú me dabas tanto calor… Cuando despierto me encuentro aturdido y no sé que hacer. ¡Te echamos mucho de menos Natalia! No he visto nunca una niña tan bonita como tú, y eso no es porque sea tu padre.
Hoy volví a verte en las fotos del móvil y tú madre en el álbum de fotos, después nos encontrábamos muy vacíos sin ganas de vivir y desilusionados con la vida, pero no te preocupes hija que esto lo tenemos que pasar para llegar a un estado superior, donde el dolor vivido se convierta en resignación y Ley de Vida.
Me acuerdo cuando yo era pequeño, mi madre (que es tu Abuela) siempre estaba cuando me caía, me iba mal en la escuela, en fin cuando necesitaba que alguien me defendiera de algo y así no pasar dolor o que este dolor fuera el mínimo y así ella me calmaba y me sentía feliz…
Pero como ves Natalia, a ti no hemos podido darte esa armadura, tu destino no era el que nosotros teníamos pensado para ti, sabemos que has pasado mucho dolor físico, aunque lo médicos decían que estabas sedada y no podías sentir dolor, pero nosotros vimos como de tus ojitos que cerraste un día y no volviste ha abrir más, brotaban lágrimas y no podíamos hacer nada hija, nada más que acompañarte en tu recta final con la vida y esperar a ese ángel que nadie quiere, pero que es necesario para la vida, que es la muerte…
Dichosa muerte que vino para llevarse a mi amor verdadero, mi rosa más preciada, mí alegría por la vida, mi levantar, era mi hija. Yo sé que algún día nos encontraremos y para nosotros será el día más feliz, pero también sé que lo has dado todo por tus próximos hermanos, gracias a tus análisis, para que ellos vengan sanos a nuestra casa, anticipándote de que si fuera niño se llamará Ángel y si es niña como tú se llamará María Nazaret…
Nuestras vidas son como los ríos, nacemos con mucha fuerza, llevamos un caudal con un fin, intentamos que ese río no se desborde por algún mal sobrevenido, analizamos sus aguas para que su vida siga dando vida y al final, todo lo que se podía aprovechar de esa naturaleza viva, se vierta al mar donde se dice que muere, pero en realidad esa mar es fuente latente de más vida, pero el agua de ese río ya no se puede identificar, ya que no tiene identidad, no tiene espacio físico, pero sabemos que está, por eso hija mía cuida de nosotros y espera que nuestras aguas lleguen a esa mar.
Tu tío Cosme va a ser Papá de una bebe que se llamará Mercedes, y ellos están muy contentos pues van a ser papas. Yo tengo mis miedos y quiero y deseo que todo salga bien, por lo que espero que ese día estés en el paritorio y que ese cuerpecito sea ocupado por un alma buena y así les de felicidad para el resto de sus días. Esta carta te la envió mediante el mensajero de Dios en la Tierra, cuando la recibas manda un besito a tu madre y otro a tu padre.-
¡Te queremos!
Colaboración de Pedro Martínez
Eclesiastes 3:1-2
"Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para
"Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para
todo lo que se hace bajo el cielo:
un tiempo para nacer,
un tiempo para nacer,
y un tiempo para morir"
.
Salmos 27:14
"Pon tu esperanza en el Señor;
ten valor, cobra ánimo;
¡pon tu esperanza en el Señor
Mateo 18:2-6
"Él llamó a un niño y lo puso en medio de ellos.
Entonces dijo:
—Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se
vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los
cielos. Por tanto, el que se humilla como este niño será
el más grande en el reino de los cielos
.
»Y el que recibe en mi nombre a un niño como éste, me
»Y el que recibe en mi nombre a un niño como éste, me
recibe a mí. Pero si alguien hace *pecar a uno de estos
pequeños que creen en mí, más le valdría que le
colgaran al cuello una gran piedra de molino y lo
hundieran en lo profundo del mar. ".
AMA A TUS HIJOS COMO DIOS, TE AMA A TI
.
CUIDA A TUS HIJOS COMO DIOS, TE CUIDA A TI.
PERDONA Y ENSEÑA SIN GOLPES, NI MALAS
PALABRAS.
SIEMBRA EN TUS HIJOS AMOR Y TU COSECHA SERÁ....
AMOR Y FELICIDAD......
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